Con esperanza en el corazón y la mente podemos resurgir como
seres humanos sexuales, es hora de transportarnos a un planeta donde podamos
transportar a esperanza Gómez con todos los hombres que quieran procrear con
ella y hacerle el amor todos los días, un planeta dedicado a la dulce satisfacción
de los deseos sexuales, donde no haya tristezas ni problemas un planeta donde
todos vivan desnudos y libres de pensamiento, un planeta que llamaría placer.