Oh divina providencia, gracias por permitirnos la
posibilidad de apreciar tan majestuosos manjares, que son prohibidos probar para
muchos, pero que la mayoría se conforma con admirar y apreciar la belleza en su
más alto punto. Cada vez que pensamos en ella damos gracias de poder ver, poder imaginar y poder sentir, el
mundo es perfecto y no existe el mal cuando centramos todo nuestro mundo en la
divinidad de la pureza Angélica y Sofía hoy son parte del cielo, son los ángeles
que recibirán a los muertos, y por eso esperaremos con felicidad ese día para
conocer el cielo y sus dos hermosas ángeles.
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