Mejor un diamante son dos, pero ellas valen mucho más que
los diamantes la verdad, son belleza en su estado más puro, solo quiero
imaginar y verlas al levantar para no tener que repetirme la falsa mentira “soy
feliz”, no habría nunca soledad y los recuerdos sombrías se suprimen y ni un
ctrl + z puede hacer que reaparezca el sufrimiento pues no hay más densa calma
que mirar las dos gemelas.